El apio es originario de las zonas mediterráneas y de Oriente Medio. Los egipcios, los griegos y los romanos utilizaban el apio como planta aromática.
En el siglo XVI, comenzó a cultivarse en Italia. Fueron los italianos junto a los franceses quienes lo introdujeron en Gran Bretaña en el siglo XVII y en el siglo XIX llegó a América del Norte.
Es diurético porque el 92% de su peso es agua y tiene un gran poder saciante. Además, es idóneo para equilibrar las dietas de control de peso por su bajo contenido calórico, ya que 100 gramos de apio crudo solamente nos aportan 10 Kcal.
El apio es un buen antioxidante por su contenido en flavonoide y aporta minerales, como el potasio, magnesio, hierro, fósforo, calcio o selenio. Este alimento combina muy bien con patatas, nabos, calabaza, cebollas o puerros.
Otro de sus beneficios es que aporta las vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y C. Los profesionales de Clínica Dr. Jaime Clavero explican que el apio contiene ácido málico, que nos ayuda a generar saliva, elimina las manchas y limpia la boca. ¡Además, esta verdura es perfecta para combatir el mal aliento!
Es digestivo porqué incrementa los jugos intestinales, expulsa los gases sobrantes, combate la acidez y evita el estreñimiento. Los expertos explican que casi no contiene azúcares y menos de un 5% de hidratos de carbono.
Los aceites esenciales que se encuentran en el apio pueden ayudar a eliminar cualquier infección o sustancia toxica que se pueda encontrar en los riñones.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) informa que esta hortaliza “contiene pequeñas cantidades de furanocumarinas biológicamente activas, que pueden actuar en la prevención del cáncer, y que también se han utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis”.
Otro de sus beneficios incide en la salud cardiovascular porque baja los niveles de colesterol y regula la presión arterial. Su contenido en vitamina C y ácido fólico ayuda también con la menstruación, porque normaliza el sangrado, tanto si es excesivo como escaso.
Para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual te recomendamos infusionar sus semillas. El apio tiene tallos estriados que forman una penca con hojas verdes, pertenece a la familia de las Umbelíferas.
Se puede consumir en fresco o hervido, pero la mejor manera de aprovechar todas sus propiedades es en crudo. «A pesar de las múltiples propiedades y beneficios del apio, este no siempre resulta conveniente. No debe consumirse en caso de afecciones renales agudas, durante el embarazo o si se padecen trastornos como cistitis. Algunas personas pueden sufrir también reacciones alérgicas en forma de escozor en el paladar, lengua y labios, rinoconjuntivitis o tos», informa el diario
Cuerpomente.
Valor nutricional (por 100 gramos)
Calorías: 11 kcal
Proteínas: 0,9 g
Hidratos de carbono: 0 g
Fibra: 2 g
Colesterol: 0 g
Potasio: 305 mg
Tipos de apio
Los tres tipos de apio más comercializados son los siguientes:
–Apio de hoja: Puedes encontrar variedades como el Par Cel, Safir o Flora 55. Tiene un tallo más delgado
y se cultiva por sus hojas.
–Apio nabo: Incluye variedades como el Brillante, Gigante de Praga, Mentor, Presidente o Diamante. ¡Su raíz se puede tomar en crudo!
–Apio Pascal: El más apreciado por sus tallos carnosos, incluye variedades como Niño de Oro, Utah alto o Conquistador.
Recetas con apio
Crema de apio y manzana
Ingredientes para cuatro personas:
3 manzanas verdes ácidas
1 raíz de apio
1 rama de vainilla
Nata
Agua
Aceite de oliva
Elaboración
1. Pelar y cortar la manzana y la raíz de apio, todo en tacos pequeños, rehogar en aceite de oliva.
2. Añadir la rama de vainilla y dejar cocer durante 20 minutos aproximadamente.
3. Una vez esté cocido, triturar todo, pasar por un colador fino.
4. Servir en un plato y añadir un chorrito de nata.
Sorbete de apio y limón
Ingredientes
250 g de apio (sin las hojas)
4 ud de limones
200 g de azúcar
1 litro de agua
Menta para decorar
Elaboración
1. Exprimir los limones para extraer su zumo.
2. Lavar bien los tallos de apio, trocearlos e introducirlos en el vaso de la batidora junto al zumo.
3. Triturar hasta conseguir una textura fina.
4. Añadir el agua y el azúcar, y seguir triturando.
5. Verter la mezcla en un recipiente y meter en el congelador durante un mínimo de 8 horas, removiendo a intervalos de 1 hora para conseguir que se granice sin llegar a que se congele en bloque.
6. Servir en copas y decorar con hojas de menta.
¡Incluye el apio en tus platos porque tiene un montón de beneficios para la salud, además, es refrescante y aporta muy pocas calorías!