Los perros son, para muchos, el mejor amigo del hombre. Ahora bien, este amigo no siempre puede acompañarnos a los sitios que vamos. La ley no entiende de mascotas y en ocasiones es muy dura con nuestros animales. Poco a poco se va ampliando más, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Hoy queremos hacer un análisis de dónde pueden entrar los perros según la ley. Toma nota para que la próxima vez no tengas que dejar a tu pobre mascota en la puerta.
La normativa del Ministerio de Sanidad establece que los perros no pueden acceder a los locales comerciales donde se elabore comida, se venda o se almacene. Es decir, que en toda España no hay excepciones para que los perros puedan entrar en locales donde se manipule o vendan alimentos. Es decir, que ni centros comerciales, ni mercados, ni pequeñas tiendas de alimentación.
Establecimientos
En el caso de los comercios como tiendas de ropa, restaurantes o bares, queda a elección del dueño del establecimiento la posible entrada o veto de las mascotas, al tratarse de espacios privados de acceso público. La ley permite la entrada de mascotas en comercios pero no obliga ni a su admisión ni a su veto, de la misma manera que ocurre con las personas y el derecho de admisión. Hay algunos locales que te lo ponen fácil y ponen una pegatina diciendo que allí se permite entrar a perros. Ojalá todos fueran así.
Y es que, como puedes ver la ley, sin embargo, puede dar lugar a interpretaciones ambiguas y alguna que otra situación absurda. Tienes que dejar a tu perro fuera, por poner un ejemplo, de una tienda de café encapsulado, pero en principio puedes llevarle a un bufé o a un bar de pintxos, ya que la legislación prohíbe expresamente que los perros ingresen en las cocinas y en espacios donde, literalmente, se manipulen los alimentos, pero no donde se sirvan.
Por ejemplo, en EL Corte Inglés acaban de unificar la política de acceso con perro a sus tiendas en toda España. Los perros que pesen hasta 10 kg pueden entrar (en el suelo y con correa) en todas las tiendas de El Corte Inglés, también en las cafeterías y áreas de restauración.
Transporte público
El transporte público establece ciertas limitaciones respecto a tamaño y tipo de perro a la hora de poder viajar con mascotas. Por ejemplo, dependiendo del transporte (metro, tren, autobuses, autobuses locales…) las normas pueden variar, por lo que se recomienda que se consulten previamente en las webs correspondientes a cada empresa de transporte, sea pública o privada. Nosotros nos hemos puesto en contacto con Animales Por Avión para que nos indiquen si los perros pueden viajar o no.
“El transporte de animales domésticos suele crear gran confusión, principalmente porque el transporte se tiene que hacer de forma necesaria, forzado por las necesidades de la vida, porque se tiene que cumplir una normativa específica y porque se requiere una documentación concreta por parte de las aduanas, los veterinarios y las compañías aéreas”, explican desde la empresa. “Después de muchos años en el sector como empresa de transporte de animales, nunca hemos tenido ninguna incidencia con su seguridad. Las mascotas, una vez que entran en las instalaciones de la compañía aérea y son llevadas a la zona habilitada para animales, con veterinarios y personal especializado, asumen su situación y se quedan muy tranquilitos”.
Aún así, la mejor opción es informarse siempre antes de planificar un viaje, ya que algunos permiten llevar perros pequeños si van en un trasnportín o bolsa, pero no a perros de mayor tamaño.
En cualquier caso, resultará siempre imprescindible que tengamos preparada (y con nosotros) la documentación sobre nuestro compañero perruno actualizada: Cartilla de vacunación, certificado veterinario de salud, el documento acreditativo de la vacunación antirrábica, información del chip y documentación del perro deberían acompañarnos en todo momento para poder presentarla en caso de que la requieran.
Por supuesto, el buen comportamiento de nuestro can ayudará, mucho, a que no existan este tipo de situaciones. Y es que muchas veces pagan justos por pecadores. Si un amo no sabe controlar a su perro, este provocará unos incidentes que luego pagarán el resto de los dueños.
Desgraciadamente, en España no nos encontramos precisamente a la cabeza de los países con más aperturismo en lo que a integración de los perros domésticos en la vida cotidiana fuera del hogar se refiere. Poco a poco esperemos que vaya a mejor.