Existen momentos en los que una pareja piensa que es buena idea montar una “Babyshower” para una de sus mejores amigas o que unos hijos deseen dar una sorpresa al padre cuando cumple cuarenta años y piden presupuesto para que tú seas la organizadora del evento y piensas que si van a cubrir tu factura no van a poder afrontar el pago de otros factores de importancia para la fiesta. Aquí es cuando debes pensar si quieres ayudarles o no, la mayor parte de las veces se suele optar por el sí.
Cuando hay que actuar…
No hace demasiado, me tocó un caso similar, pues unos chicos de unos 20 años deseaban dar una sorpresa al cumplir su padre años. No es que fuese una fiesta de un tamaño grande, por lo que no necesitaban mucho presupuesto, pero tenían unos 400 euros, de esos casi la mitad eran míos por afrontar la organización, por lo que pensé que era mejor hablar con ellos y decirles, si os ponéis a trabajar en la decoración pues vuestra parte manualmente y obtenéis 100€ más, me animo a montaros la fiesta.
Contaban con un mes para hacerlo. Al final se animó la madre a poner los 100 euros que le faltaban e incluso optó por poner más dinero de cara a poder sufragar gastos, pero ni los hijos lo deseaban ni yo mismo, ya que era el típico detalle que tenían este par de jóvenes con su padre y tenían que hacerlo por ellos mismos o al menos, lo más solos que fuera posible.
Tenían un mes, así que accedieron. Fue la madre quien puso los 100 euros que faltaban e incluso se ofreció a poner más para sufragar gastos pero ni los hijos querían eso, ni lo quería yo, porque era un detalle de los dos jóvenes hacia su padre y debían hacerlo ellos solos o, al menos, lo más solos posible.
En este sentido, opte por enviarles a páginas web para que fueran obteniendo una serie de ideas sobre cómo se puede ir creando decoración mediante cuerdas. Un material que lo había usado en muchas ocasiones, hasta fiestas infantiles y que fue un total éxito. Después opté por mandarles a cuerdasvalero.com de tal forma que pudieran ahorrar unos euros al comprar la materia prima necesaria, las cuerdas y así se pusieron a trabajar en ello.
La decoración
Existen muchísimas manualidades que es posible realizar con cuerda para poder decorar una fiesta. Nosotros elegimos las que nos parecían más interesantes y a ellos les quedaron bastante bien. Gracias al agua, cartón, cola y cuerda realizada en yute, lo que hicieron fue crear unos números gigantes que ponían 40, la edad de su padre.
Si deseas saber de qué forma lo hicieron, te lo cuento ahora mismo:
Hay que hacer un dibujo en cartón grande con los números que queramos hacer, que pueden ser el cuatro y el cero, para después enrollar la cuerda alrededor de los números hasta que no vaya a quedar hueco de cartón.
Después es necesario que se mezclen, a parte similares, el agua y la cola blanca, además de una brocha gorda húmeda, con la que impregnemos los números en todo el mejunje que resulte. Todo esto se deja secar por espacio de 1 día o dos. Después de esto vas a comprobar cómo estará más duro que el mármol.
Se van a poder apoyar en la pared o hasta crearles una base, lo que hará que queden muy bien. Otra cosa que quedó bastante bien fue el poder dibujar motivos relativos al cumple e ir recortándolos para después atarlos a cuerdas de distintos tamaños que fueron colgando al techo mediante celo. Lo cierto es que quedaron francamente bien al poner cuerdas con variados colores como si fueran una cortina y que daban mucha alegría a la habitación.
Otra cosa que también me encantó es que sacaron una foto grande tamaño poster del padre e hicieron un marco de cuerda dorada alrededor de unas letras pintadas donde podíamos leer: felicidades papá.
Estuvieron algunas horas realizando esta decoración y es posible que parezca muy fácil, pero a la vez quedó bastante bien y el padre, cuando lo vio y se dio cuenta que lo hicieron ellos, tuvo un sentimiento de orgullo bastante importante.
Como ves, con imaginación y productos de calidad, se puede obtener el resultado deseado, pero eso sí, hay que ponerle mucho amor e interés, especialmente si uno se pone a hacer el regalo con sus propias manos. ¡Suerte si te pones a ello!