Disfrazar a los niños siempre es algo atractivo y que tanto a niños como a mayores siempre ilusiona. Desde la casa de los disfraces, que son unos expertos en el tema, comprueban a diario la ilusión de los padres al hacer sus pedidos para los niños e incluso de algunos hermanos mayores, que también aprovechan las facilidades de Internet para hacerlos pedidos, como regalo suyo o porque sus padres dejan a ellos estas gestiones virtuales.
Vamos a ver algunas algunas recomendaciones útiles para disfrazar a los más pequeños:
Leer siempre las etiquetas
Aunque en Europa y Estados Unidos todos los disfraces que se venden tienen que cumplir con la normativa sobre el riesgo de incendio, no son demasiados los que cumplen con ellas, por lo que siempre merece la pena preguntar a los vendedores, pues son los que puedan confirmar si el vendedor en cuestión sea ignífugo o no.
Evitar alergias
En el caso de que el niño tenga algún tipo de alergia ambiental o su piel sea sensible, siempre es recomendable no optar por fibras extrañas y es mejor optar por materiales que podamos probar antes, donde el algodón es uno de los más recomendables, pues es ligero y altamente transpirable.
Probarlo en la tienda
Siempre es bueno que se compre el disfraz cuando el pequeño esté presente, para así poder medirlo y estar seguro de que se va a poder mover fácilmente y con holgura. De lo contrario, el disfraz puede ser una pesadilla para el pequeño, por muy atractivo que pueda parecer por fuera.
Máscaras
Siempre es interesante que la cara del niño no quede tapada, pues lo más atractivo es verles con disfraces donde la cara como tal quede enmarcada. Un maquillaje bueno es preferible incluso. La máscara tiene que ser la última alternativa.
Cuidar el maquillaje
Hablando antes del maquillaje, debemos saber que los de calidad son precisamente los que no irritan la piel, por lo que merece la pena gastar el dinero en unos buenos y no ir a lo barato, pues el niño puede tener irritaciones que terminen por hacer que su experiencia disfrazado no sea de lo más agradable.
Calzado cómodo
Los zapatos tienen que ser confortables, pues el niño va a tener que pasear y correr con normalidad. No se le disfraza para que sufra ni que esté como si fuera una estatua ¿no?
Pocos accesorios
Al igual que el calzado cómodo es recomendable, lo mismo podríamos decir de los accesorios, los cuales siempre tienen que ser confortables de llevar. Como es lógico, cuanto menos lleven los niños, mejor serán y se lo pasará genial.
La temperatura es importante
Si estás en España, por normal general, cuando finaliza octubre, el frío empieza a aparecer, por lo que tienes que tener claro que los disfraces frescos o veraniegos son muy bonitos, pero pueden hacer que los niños lo pasen mal si están fuera en la calle o en un lugar cerrado donde no haga calor.
Si a pesar de esto, le queremos vestir veraniegamente, la mejor solución es el truco de utilizar trajes que simulen tener piel debajo. No olvidemos también que deben evitarse los trajes de gran volumen, pues por lo general suelen generar mucho calor.
De la misma forma, hay que pensar que las predicciones meteorológicas con tiempo y estar listo para lo que puede ocurrir, pues el sol, la lluvia o el granizo, pueden aparecer y hacer que cambien de manera importante las cosas.
Evitar los motivos políticos
Lo mejor es esperar a que nuestros hijos puedan crecer para que expresen de forma libre la ideología que tengan o incluso sus propias ideas políticas. Por este motivo, nos parece un error el ponerles disfraces que aunque puedan resultar graciosos, pueden después no serlo y meter en un problema al niño y por consiguiente a vosotros.
No al sexismo
No es muy recomendable optar por los personajes “sexys”, por lo que no es buena idea disfrazar a las niñas de sexy symbol. No hay reglas sobre esto, pero a nadie le suele caer bien y puede que se produzcan silencios incómodos. Son disfraces para mayores, tenlo claro.
No a la ambigüedad
En el caso de que quieras que tu hijo se disfrace de ese famoso guitarrista de heavy, no le pongas una peluca de mujer. Está muy bien que vista lo más próximo posible al personaje que se quiere imitar, pero tampoco hasta el punto de que pueda ser el objetivo de las burlas de los demás.
Evitar los alimentos
No son muy bien recibidos, por lo que las ideas de que disfrazar a los niños de zanahoria o plátano solo puede hacer que termine siendo objeto de sorna y burla.
Olvidarse de los disfraces con sangre
Tampoco es muy recomendable que los niños vayan de zombies y con sangre que chorree por su traje. Solo recomendamos algunos como el mítico disfraz de Drácula, pero siempre sin optar por las típicas dentaduras de plástico.
Seleccionar bien los colores
En este caso no hablamos de raza, pero sí que hay ciertos colores que les quedan mejores a los niños rubios o morenos.
¿Qué le gusta a tu hijo de verdad?
Hay que tener en cuenta también las cosas que le puedan interesar, algo importante cuando se está pensando en qué tipo de disfraces son los que puede llegar a llevar, Algunos querrán vestir de cocineros, otros de futbolistas, el caso es que cada cual disfrute con personajes que le gusten.
Olvida los disfraces tipo animador
Tenemos que pensar que no es igual disfrazarse de Bob Esponja con esos disfraces detallados de otros tipos como de capitán Nemo, o de príncipe. Algunas veces, se buscan disfraces que salen baratos, pero terminan siendo los que usan las personas para que les den unas monedas en las plazas de nuestras ciudades o en los parques de atracciones.
Esperamos que después de todos estos consejos tengas algo más claro cuáles pueden ser los disfraces con los que tu hijo puede triunfar y con cuáles es mejor que ni se os debe pasar por la cabeza disfrazarse.