El uso del cartón en sustitución al plástico cada vez es más elevado. Hoy vamos hablar de los beneficios que tiene su uso tanto para la salud como para el medioambiente.
Seguridad alimentaria
El cartón es un material reconocido por su seguridad en el envasado de alimentos, y este aspecto es fundamental para garantizar la salud pública y la calidad de los productos alimenticios que consumimos. Una de las principales razones por las que el cartón se considera es por su composición natural y su proceso de fabricación.
El cartón está hecho principalmente de pulpa de madera. Un material orgánico que, cuando se transforma en cartón, no introduce elementos químicos nocivos en el producto envasado. A diferencia de algunos plásticos que pueden liberar compuestos tóxicos cuando están en contacto con alimentos o bebidas, el cartón ofrece una barrera más segura y confiable. Además, para aquellos envases de cartón destinados al contacto directo con alimentos, se utilizan revestimientos específicos que cumplen con rigurosas regulaciones de seguridad alimentaria. Estos revestimientos son esenciales para prevenir cualquier migración de sustancias no deseadas desde el cartón hacia los alimentos.
Otro aspecto importante de la seguridad alimentaria en el uso del cartón es su capacidad para resistir condiciones de humedad y temperatura, lo que ayuda a mantener la integridad de los productos envasados. La mayoría de los envases de cartón se someten a pruebas rigurosas para garantizar que cumplan con los estándares de seguridad alimentaria. Y estos envases son utilizados para envasar una variedad de alimentos, desde cereales hasta productos lácteos y alimentos refrigerados.
Además de ser seguro para los alimentos, el cartón también es reciclable, lo que reduce el impacto ambiental de los envases y fomenta la sostenibilidad. La combinación de seguridad alimentaria, reciclabilidad y resistencia hace que el cartón sea una elección excelente para proteger la salud de los consumidores y el medio ambiente. En resumen, el cartón es un material de envasado que cumple con estándares estrictos de seguridad alimentaria y contribuye a preservar la calidad y la integridad de los productos alimenticios que llegan a nuestras mesas.
Reducción de residuos plásticos
El uso del cartón como alternativa sostenible al plástico en el embalaje es una estrategia efectiva para abordar uno de los desafíos ambientales más importantes de hoy día: la contaminación por plásticos. Los envases de plástico de un solo uso, como botellas, bolsas y envoltorios, han contribuido significativamente a la acumulación de residuos plásticos en todo el mundo, causando daños devastadores a los ecosistemas terrestres y acuáticos.
El cartón, en cambio, destaca por su capacidad degradativa y reciclabilidad. Cuando se compara con el plástico, que puede persistir en el medio ambiente durante cientos de años, el cartón se descompone de manera mucho más rápida y natural. Esto significa que, si se desecha adecuadamente, el cartón no contribuye a la acumulación a largo plazo de desechos en el entorno natural.
Además, el cartón es un material reciclable. Los procesos de reciclaje del cartón son eficientes y permiten que este material se utilice nuevamente en la fabricación de nuevos productos, incluyendo más envases de cartón. Esto cierra el ciclo de vida del cartón y reduce la necesidad de fabricar envases nuevos a partir de recursos vírgenes. Por ello, el reciclaje del plástico puede ser más complicado y menos efectivo. Lo que supone una mayor dependencia de la producción de plástico nuevo y la acumulación de residuos plásticos no reciclados.
La elección de envases de cartón sobre envases de plástico contribuye directamente a la reducción de residuos plásticos, ya que se utilizan menos plásticos en la producción y se evita la generación de residuos plásticos no degradables. Esto tiene un impacto positivo tanto en el medio ambiente terrestre como en los ecosistemas acuáticos, donde la contaminación por plásticos afecta a la vida silvestre y puede ingresar a la cadena alimentaria humana a través de la ingestión de peces contaminados.
Reducción de alergias
El cartón, en comparación con otros materiales de embalaje como el poliestireno, presenta una ventaja notable. Reduce las alergias y riesgos para la salud de las personas que manipulan los productos envasados. Esta preocupación se centra en las posibles reacciones alérgicas y otros problemas de salud asociados con el contacto con materiales de embalaje.
El poliestireno, también conocido como espuma de poliestireno o unicel, es un material que se ha utilizado habitualmente en envases de alimentos y bebidas debido a su ligereza y capacidad de aislamiento térmico. Sin embargo, este material puede ser problemático desde una perspectiva de salud. El poliestireno se fabrica a partir de monómeros de estireno. Es conocido por liberar pequeñas cantidades de estireno, especialmente cuando se expone a altas temperaturas o cuando entra en contacto con alimentos grasos o ácidos. El estireno es una sustancia química que ha suscitado preocupación debido a su potencial para causar irritación en la piel y las vías respiratorias, y en algunos casos, alergias.
Por otro lado, el cartón es un material que se deriva principalmente de la pulpa de madera y, en su forma básica, no involucra la utilización de sustancias químicas agresivas en su fabricación. Esto reduce significativamente el riesgo de exposición a sustancias alergénicas o irritantes al manipular productos envasados en cartón. Además, muchos envases de cartón para alimentos están diseñados con un revestimiento interno que cumple con regulaciones estrictas de seguridad alimentaria. Estos revestimientos no solo protegen los alimentos de la humedad y el aire, sino que también actúan como una barrera adicional que evita el contacto directo entre los alimentos y el cartón. Reduciendo aún más el riesgo de posibles reacciones alérgicas.
La alergia al contacto con envases de alimentos es un problema real para algunas personas, y la elección de materiales de embalaje que minimicen este riesgo es esencial para garantizar la seguridad y la comodidad de los consumidores. Si bien no todas las personas son alérgicas al poliestireno o experimentan reacciones alérgicas, la selección de envases de cartón puede ayudar a reducir la probabilidad de tales reacciones y promover un entorno más seguro para los consumidores y los trabajadores de la industria alimentaria.
Ahorro de recursos naturales
El uso de cartón en el embalaje no sólo tiene beneficios en términos de sostenibilidad, sino que también está asociado con un significativo ahorro de recursos naturales en comparación con la producción de plástico. Esta diferencia se debe a las materias primas y los procesos de fabricación involucrados en la creación de estos dos materiales de envasado.
En primer lugar, el cartón se fabrica principalmente a partir de pulpa de madera, que es una materia prima renovable. Los árboles utilizados en la producción de pulpa de madera se pueden replantar y cosechar de manera sostenible, lo que garantiza un suministro continuo a largo plazo. Además, el proceso de fabricación de pulpa de madera es menos intensivo en energía y recursos en comparación con la producción de plástico.
Por otro lado, la producción de plástico depende en gran medida de recursos no renovables, como el petróleo crudo. La extracción y el procesamiento de petróleo son actividades intensivas en energía y tienen un impacto ambiental significativo, que incluye la emisión de gases de efecto invernadero y la degradación de ecosistemas. Además, la producción de plástico requiere la adición de numerosos productos químicos y procesos complejos, lo que aumenta aún más su huella ecológica.
El proceso de conversión de pulpa de madera en cartón es relativamente simple en comparación con la fabricación de plástico. Implica la cocción de la pulpa para eliminar la lignina y otras impurezas, seguido de procesos de formación y secado para crear hojas de cartón. En contraste, la producción de plástico involucra la polimerización de compuestos derivados del petróleo en cadenas moleculares largas, que luego se moldean en diversas formas y tamaños. Esta complejidad en la fabricación de plástico aumenta aún más su demanda de recursos.
Además de la materia prima, la fabricación de plástico requiere una cantidad significativa de energía. Según la Fundación de Energía de la Comunidad de Madrid, “para fabricar una tonelada de plástico se necesitan dos de petróleo y el equivalente a seis veces el consumo eléctrico anual de una familia”.
Cabe destacar, que en la industria del embalaje, se han producido avances significativos en la búsqueda de alternativas sostenibles a los materiales tradicionales, y una de las opciones más destacadas es el cartón. La fabricación de cartón suele requerir menos recursos naturales en comparación con la producción de plástico. Esto es fundamental en un mundo donde la conservación de recursos es esencial para la salud de nuestro planeta.
Para comprender mejor este punto, es importante analizar la cadena de suministro y producción de cartón. En la fabricación de cartón, se utiliza principalmente pulpa de madera, una materia prima renovable. Esta pulpa proviene de árboles cultivados de manera sostenible, lo que garantiza un suministro constante a largo plazo. Además, el proceso de producción de pulpa de madera es menos intensivo en energía y recursos en comparación con la producción de plástico.
Es interesante notar que algunas empresas líderes en la industria del embalaje, como Grupo Mimo, han adoptado un enfoque proactivo hacia la sostenibilidad y la reducción de la huella ambiental. Estas empresas se dedican a la fabricación de PLV, packaging y embalajes de cartón, ofreciendo soluciones que están alineadas con las tendencias actuales de sostenibilidad.