El piano es un instrumento musical nada fácil de tocar. Es uno de los instrumentos más prodigiosos que permite tocar una amplia variedad de música, no solo clásica como creen muchas personas.
Para aprender a tocar el piano es necesario dedicar mucho tiempo y esfuerzo, pues como decimos, no es nada fácil de tocar. Sumergirse en el universo del piano es, cuanto menos, fascinante o así lo definen muchas de las personas que tienen la habilidad de tocarlo.
Se trata de un instrumento con mucha historia y una de sus principales características es la versatilidad. Cada tecla permite mostrar infinidad de sonidos gracias a su combinación con otras teclas. Variedad de armonías y sonidos que permiten expresar emociones y poner en marcha la creatividad de cada uno. Aunque sin duda, hay que tener destreza y habilidad para aprender a tocar, en su totalidad, el piano.
Aunque requiere sacrificio es un instrumento muy agradecido, los sonidos que emite, contribuyen a la creación de música indescriptible para los oídos.
Con paciencia y constancia, cualquier persona puede desbloquear el potencial creativo que yace en las teclas del piano, descubriendo así el gozo inigualable de crear música con un instrumento que perdura a través de los siglos. En este viaje musical, el piano no solo se convierte en un arte, sino en una fuente continua de enriquecimiento personal y satisfacción auditiva.
Destacando también el beneficio en lo que se refiere a trabajar la memoria. Como explican desde clases de piano, de Kristina Kryzanovskaya, profesora de piano y solfeo con más de 10 años de experiencia “trabajar la memoria gracias al piano puede resultar altamente beneficioso tanto en la infancia como en la edad adulta”.
Objetivos realistas
El primer paso para aprender a tocar el piano es establecer objetivos realistas. Cuando nos adentramos en este mundo, lo más importante es saber hasta dónde se quiere llegar y de qué tiempo se dispone. No es lo mismo querer tocar piezas históricas que, por ejemplo, utilizarlo para crear música propia.
Teniendo los objetivos claramente definidos es posible trazar un plan de aprendizaje adaptado a las metas que se quieren conseguir. Este plan es necesario para adquirir los conocimientos necesarios y saber lo que cuesta aprender. Es de gran utilidad para evitar la frustración y aprender poco a poco, construyendo una buena base desde la que partir.
Realmente aprender a tocar el piano es accesible, pero requiere mucha dedicación. Por ello, establecer pautas a corto plazo es gratificante. Tocar las primeras teclas ya supone un aprendizaje y un paso más.
Buscar un buen profesor
El piano es un instrumento difícil de tocar, al menos hacerlo bien. Es decir, poder entender una partitura y ponerla en marcha. De ahí la importancia de buscar un buen profesor. De esta forma el aprendizaje es más directo y claro. Un profesor tiene los conocimientos necesarios para enseñar. Es una manera de acelerar el proceso de aprendizaje, pues con instrucciones claras, directas, con correcciones y explicaciones el desarrollo es más eficaz.
Un profesor permite la retroalimentación personalizada, con lo que ello supone, también las correcciones instantáneas. Es la forma de establecer las bases de un instrumento tan complejo. Entenderlo desde cero y con un profesional es invaluable.
Además, hay muchas opciones. Desde clases en grupo, presenciales, online hasta clases particulares. Un aspecto a destacar en este sentido es el precio. Pues la elección del tipo puede venir precedida por el precio. Lo que significa que es un instrumento apto para personas con cualquier poder adquisitivo.
Practicar con frecuencia
Para aprender a tocar el piano con maestría es fundamental practicar regularmente. Es un instrumento que requiere mucha dedicación. Por ello, para aprender es necesario establecer una rutina. Para adquirir las habilidades técnicas y artísticas que requiere este instrumento es necesario dedicar, al menos, media hora cada día. Una media de cinco días. No obstante, depende de la organización de cada uno. Se puede practicar dos días a la semana durante hora y media o dos horas. Son muchas las alternativas para una adecuada planificación.
Importante tener en cuenta que la cantidad de tiempo no supone calidad. Más bien al contrario, hay días en los que estar media hora es más efectivo que estar hora y media. Por ello, a veces en lugar de programar por tiempos, se puede programar por temario. A veces, incluso es más recomendable abordar múltiples habilidades de manera simultánea. Por ejemplo, dividir la práctica en segmentos como trabajar en una nueva pieza o abordar una sección complicada. Todo con el objetivo de mejorar la eficacia del tiempo dedicado a tocar el piano.
Para ello, la paciencia y constancia son clave. Ambas ayudan a mejorar la memoria, auditiva pero también muscular y fortalece la conexión que tenemos con la música, sea del tipo que sea.
Empezar por la básico
Para empezar a tocar el piano hay que tener paciencia. No se puede pretender tocar una pieza la primera semana. Para ello, hay que comprender los fundamentos de este instrumento. Hay que empezar poco a poco y por lo básico. En este caso, saber leer las partituras, practicar las escalas o saber el movimiento de los dedos, con coordinación.
Lo más elemental para comenzar es la lectura de partituras. Es la única manera de poder interpretar música y comprender la estructura de una composición. Es importante adquirir conocimientos sobre la teoría musical donde entra en juego el dominio de las escalas y acordes. Pero también la práctica, saber coordinar los dedos para realizar movimientos fluidos y precisos.
Para lograr estos primeros pasos hay muchos recursos. Como hemos dicho a través de un profesor, pero también hay libros y plataformas online que sirven de guía.
Tener paciencia
La paciencia se erige como una virtud imprescindible en el camino hacia la maestría del piano. Aprender este instrumento demanda tiempo, esfuerzo y dedicación constante. Es normal que los resultados no sean inmediatos, y es vital resistir la tentación de desanimarse en las primeras etapas del aprendizaje.
Hay que tener en cuenta que aprender a tocar el piano es un progreso gradual. Todo tiempo invertido en el aprendizaje contribuye a un mejor desarrollo de habilidades y de comprensión musical. No hay que pretender saber todo desde el minuto uno. La paciencia es el mejor amigo de quien se encuentra en los inicios del aprendizaje.
La música es para muchos un viaje que permite sacar a la luz emociones y habilidades como la creatividad. Por lo que todo proceso de aprendizaje hay que disfrutarlo y ser perseverante para lograr todos los objetivos. Hay que transformar los desafíos en oportunidades.
Buscar música que te guste
Dentro de la complejidad que tiene aprender a tocar el piano si lo hacemos con música que nos gusta puede ser más sencillo o por lo menos, más llevadero.
Tocar canciones que uno mismo disfruta aumenta las ganas, se desarrolla una mayor motivación. Además, la conexión emocional que se puede establecer con la música crea un lazo más fuerte. Lo que también contribuye a una mayor dedicación.
Además, es un instrumento que permite tocar cualquier tipo de música. El amplio repertorio también es favorecedor. Puedes aprender de diferentes formas sin aborrecer las mismas canciones siempre. El piano se puede adaptar a las necesidades y gustos personales.
Además, tocar música que te gusta facilita la internalización de conceptos, tanto teóricos como técnicos. Si nos gusta la música es probable que el aprendizaje sea más memorable e incluso intuitivo.
No tener miedo a cometer errores
En el camino del aprendizaje del piano, es imperativo entender que los errores son una parte esencial y natural del proceso. Todos, sin importar su nivel de habilidad, cometen errores al aprender algo nuevo. La música, como cualquier otra práctica, requiere, en primer lugar, paciencia y en segundo, ser capaz de aceptar los errores. Estos realmente son oportunidades de crecimiento.
Es más, es probable que si no se cometen errores el aprendizaje no se ha desarrollado al completo. Por ello, no hay que permitir que los errores supongan un bache. Es parte del proceso. Cada error es una oportunidad para mejorar. Además de ser constante en el trabajo, enfrentarse a los errores de forma directa y sin miedo son clave para alcanzar la excelencia musical.
No hay que temer equivocarse en ningún ámbito de la vida, tampoco en el aprendizaje de tocar el piano. Hay que superar los desafíos para garantizar un aprendizaje completo.
Lo importante es divertirse
Aunque es típico, en cualquier actividad que se haga lo importante es divertirse. Da igual que hablemos de tocar el piano, otro instrumento o simplemente de andar.
La diversión es esencial para todo, también para aprender a tocar el piano. Pues quien no se divierte tocando el piano es probable que tenga menos fuerza de valor y por tanto, se rinda antes de tiempo. Y, ya hemos dicho, que el piano requiere dedicación.
Es importante descubrir formas de hacer que la práctica del piano sea divertida y estimulante. Por ejemplo, obtener información sobre diferentes géneros musicales o seleccionar canciones que te gusten.