Si hiciéramos una clasificación de los temores de los hombres, seguro que el principal de muchos de ellos sería el de perder el pelo del que disponen sobre la cabeza. En efecto, quedarse calvo es uno de los máximos peligros ante los que nos intentamos proteger. Y es que, en un país como lo es el nuestro, lo cierto es que tenemos una gran cantidad de hombres que sufren los peores efectos de la alopecia. Desde luego, y como ya os podréis imaginar, no es una situación que sea cómoda para muchos de ellos.
Esto es lo que está provocando que cada vez una mayor parte de este colectivo esté interesada en diversas maneras de mantener el máximo pelo posible sobre su cabeza. Muchos de nuestros jóvenes han nacido en la sociedad de la imagen y lo cierto es que una extendida calva sobre nosotros no es considerada como la mejor forma de darse a conocer dentro de ella. De ahí que se estén buscando alternativas y que el acudir a una clínica para preguntar por el coste de un injerto capilar ya sea algo de lo más habitual.
¿Es esta una opinión criticable? Lanzamos la pregunta porque hay personas cuyas opiniones difieren de una manera bastante grande de acudir a este tipo de centros puesto que, desde su punto de vista, siempre es mejor apostar por ser más “natural”. Nuestra visión es la contraria: nosotros consideramos que si a una persona le va a sentar mejor el hecho de apostar por un injerto capilar, debe hacer todo lo posible por conseguirlo porque eso va a reforzar su autoestima y va a hacer que, en definitiva, sea mucho más feliz. Y es precisamente eso lo que todos y cada uno debe intentar en esta vida: ser feliz sin que eso condicione o afecte a los demás.
Una noticia que fue publicada en el portal web del diario Público informaba de que España es el país que se encuentra a la cabeza en lo que a personas que sufren alopecia en todo el mundo, algo que se corresponde con lo que comentábamos al principio y que, desde luego, podemos atribuir al gran estrés con el que vivimos en la actualidad en una sociedad como la nuestra. Aunque la noticia data del año 2018, lo cierto es que los datos siguen siendo más o menos parecidos en lo que respecta a este 2020.
Precisamente por ese motivo sigue aumentando la demanda de injertos capilares en un país como el nuestro. Es algo de lo que se hacen eco varios medios de comunicación en todo nuestro país y que es evidente. Y es que no todo el mundo opta por irse a Turquía a la hora de tratar un asunto como este. Es más un cliché que lo que nos guarda la realidad. En España hay muchos y muy buenos profesionales que se encargan de hacer posible la demanda de todas las personas que necesitan ayuda en este sentido.
Un problema como lo es la alopecia sigue siendo una de las máximas preocupaciones para los hombres españoles y, aunque no todo el mundo considera que está bien el hecho de acudir a una clínica para tratar este asunto, nosotros creemos que hay que luchar por adquirir la imagen que queremos. Y si eso implica querer tener pelo en nuestra cabeza, tratemos de conseguirlo. Los profesionales de una entidad como lo es Be You Salud, especializados precisamente en este tema, nos han comentado que cada vez más personas pierden la vergüenza y acuden hasta sus instalaciones con el fin de finiquitar este problema y quitarlo de sus vidas.
Una necesidad cada vez mayor
Teniendo en cuenta cómo funciona nuestra sociedad en los tiempos que corren, es evidente que nos enfrentamos a un aumento constante del número de personas que se han quedado sin pelo sobre su cabeza. Hoy en día, elementos como lo son la presión en el trabajo, el sometimiento continuo a horarios y la conexión constante a través de ordenadores, tablets y móviles con gente de nuestro trabajo nos debilita y nos quita esas dosis de tranquilidad con las que podríamos evitar que decayera el nivel de pelo.
Nos encontramos en un momento en el que esos niveles de estrés son de lo más comunes y eso provoca que se produzcan problemas como de los que os hemos ido hablando a lo largo de todo el artículo. No cabe la menor duda de que hay bastante maneras de afrontarlos, pero lo que no podemos hacer es dejar que la naturaleza siga su curso si nosotros no nos encontramos cómodos con ella. Es una lección que debemos aprender y que nunca debería olvidársenos. Seguro que este consejo también nos sirve de ayuda en otro tipo de situaciones en la vida.