El cuidado del medio ambiente es uno de los objetivos que tienen las sociedades modernas en el periodo histórico en el que estamos inmersos. Son muchas las amenazas contra el planeta que han detectado los expertos en materia ambiental. La Tierra tiene que trabajar de un modo rápido, a contrarreloj, para evitar que se produzcan verdaderas desgracias como lo pueden ser el deshielo de los polos (que provocará que haya ciudades que queden sepultadas bajo el mar) o la falta de materias primas que son indispensables para la vida humana tal y como la conocemos.
Ni que decir tiene que hay muchas maneras de combatir los problemas que nos asolan. La reducción de la dependencia de materias primas como el plástico de un solo uso es fundamental, pero también es muy importante que apostemos por las energías renovables, que son claves para conseguir un desarrollo energético eficiente. Otros asuntos, como la reducción de los combustibles fósiles, también tienen un espacio de honor reservado en lo que tiene que ver con la pelea contra la degradación de nuestro entorno, una pelea en la que tenemos que estar presentes todos y cada uno de nosotros.
En los párrafos que siguen, os vamos a hablar de uno de los problemas que os comentábamos en el párrafo anterior, concretamente, el primero de ellos: la reducción de la dependencia de los plásticos de un solo uso. Ni que decir tiene que el uso desmesurado de este tipo de plásticos es un problema de gran calado en la sociedad de hoy en día. Precisamente por ese motivo, son muchas las personas que han decidido apostar por los plásticos biodegradables, que se han convertido en la alternativa ideal para lidiar con ese consumo de plástico de un solo uso que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado.
Una noticia que fue publicada en la página web de El Economista informaba de que nuestro país le había declarado la guerra a los plásticos de un solo uso. Y es que no es para menos. En el texto, se aseguraba que el Consejo de Ministros ya tenía aprobado el anteproyecto de la Ley de Residuos, que trataría de conseguir avances en lo que a la utilización de envases no reutilizables y la reducción de la contaminación se refiere. De momento, España está siendo un verdadero ejemplo en lo que respecta a la lucha contra este tipo de asuntos.
Otra noticia, en este caso publicada en El Periódico, también hacía referencia a algunos asuntos como de los que venimos hablando. En concreto, se aseguraba que, con este anteproyecto de Ley, se buscaba el objetivo de limitar el uso de las pajitas de un solo uso, además de otros objetos que están relacionados de una manera directa con el plástico. Desde luego, existe una alternativa para combatir los problemas generados por el plástico tradicional: hablamos, como no podía ser de otra manera, del plástico biodegradable, que es tendencia en nuestro país en la actualidad.
Los plásticos biodegradables se han convertido en una de las principales maneras de pelear contra la dependencia de los plásticos de un solo uso en España, que era una de las cuestiones en cuya reducción teníamos focalizada nuestra política ambiental. La apuesta por las bolsas de plástico biodegradable, por ejemplo, ya se ha hecho notar en nuestros pueblos y ciudades y esa es una de las cuestiones que nos han confesado, en una charla reciente, los profesionales de Bioplásticos Alhambra. La política ambiental debe continuar con los éxitos que se vienen registrando en los últimos años, éxitos que nos hacen creer que seguimos estando a tiempo de salvar a nuestro planeta.
Un trabajo que nos compete a todos y todas
No hay ninguna duda de que el asunto del que venimos hablando es algo que es cosa de todas las personas que forman parte de este mundo. Y es que todos y todas tenemos que aportar nuestro granito de arena a la hora de hacer de este planeta un lugar mejor. Los jóvenes constituyen un grupo de población que está implicándose mucho en este sentido, pero huelga decir que los que somos más mayores tenemos que estar implicados de la misma manera. En nuestro deber ético y moral.
Lo que es evidente y ya se ha demostrado en múltiples ocasiones es que el planeta no está bien, que hemos degradado su estado de salud en las últimas décadas y que ahora es el momento perfecto para luchar contra todo lo que tiene que ver con la contaminación. Y en esa batalla tenemos que estar todos y todas. Y es que el trabajo de cada uno es imprescindible para lograr el objetivo último de nuestra misión, una misión que consiste en terminar con los problemas de salud que padece la Madre Tierra.