Cirugía estética: una ciencia que, poco a poco, va siendo aceptada en España

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El siglo XXI ha traído hasta nuestras vidas algunos elementos que eran completamente desconocidos o que incluso no existían en el siglo XX. Son muchos los ejemplos que se pueden poner al respecto, pero no cabe la menor duda de que uno de los que más puede llamar la atención es el que tiene que ver con las diferentes formas y manifestaciones de la cirugía estética, que ha cambiado de una manera realmente importante la cantidad de posibilidades que tiene una persona para sentirse cómoda y a gusto con su propio cuerpo. 

El asunto no ha estado, desde luego, exento de polémica. España tiene una cosa mala que siempre hemos denunciado y que nos sigue pareciendo una auténtica vergüenza: la mala fe de mucha gente que opina que todo aquello que se salga de lo normal debe ser visto como algo extraño y de dudosa reputación. Es lo que ha venido pasando con la cirugía estética en España. Toda aquella persona que confiesa que ha sido sometida a una intervención de este estilo es vista como un ser raro y que supone una amenaza a esos valores tradicionales que, según muchos sectores de nuestra sociedad, hay que defender a capa y espada. 

Menos mal que los tiempos, poco a poco y de manera quizá demasiado paulatina, están cambiando. Por suerte, son cada vez más las personas que son defensoras de este tipo de colectivos. Y esa es una muestra de que la sociedad española va evolucionando, si bien seguimos muy lejos de la amplitud de miras que tienen en otros países de nuestro entorno. Aquí las cosas siempre llegan tarde. Y la adopción de un pensamiento coherente parece ser que también. 

La cirugía estética está convirtiéndose, cada vez en una mayor medida, en algo que es más habitual. Según el portal web Infosalus, de media se realizan en España 400.000 intervenciones de este estilo, algo que pone de manifiesto que someterse a este tipo de tratamiento parece que va calando hondo en la sociedad. ¿Qué hay de malo en ello? Nada. Absolutamente nada. Y más cuando el 1% de los ciudadanos y ciudadanas están depositando su confianza en eso para sentirse más cómodos con sus respectivos cuerpos. 

Estos números que acabamos de comentar ponen a España en el decimosegundo lugar del mundo en lo que tiene que ver con el número de intervenciones estéticas que se realizan. Es una noticia que ha sido publicada por la SECPRE, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. No cabe la menor duda de que este es el mejor motivo para seguir creyendo en que están cambiando cosas en el seno de la sociedad española y que todavía estamos a tiempo de adoptar una mentalidad más moderna de la que hemos hecho gala hasta ahora. 

Creemos, de verdad, que la mentalidad de los españoles y las españolas ha de cambiar mucho en lo que tiene que ver con la visión que tenemos de las personas que se someten a una intervención estética. Hasta ahora, ha sido muy difícil conseguir que este tipo de asuntos se catalogara como normal. Hemos querido saber de primera mano cuál es la opinión de los profesionales de Artestética y nos hemos llevado una grata sorpresa: desde dicha entidad, piensan que esa mentalidad ya es mucho más abierta y que asuntos como lo es la cirugía estética ya se ven como algo lógico y habitual en nuestra sociedad. 

El relevo generacional traerá noticias positivas

Normalmente, la gente que suele tener más prejuicios ante este tipo de situaciones suele ser la gente que ya tiene una determinada edad. Es algo que, en cierta medida, es habitual puesto que la cirugía es algo a lo que nunca han estado acostumbradas estas personas y que, por tanto, les genera cierta repulsión. Por eso pensamos que, cuando se produzca un relevo generacional en nuestra sociedad, va a mejorar todavía más la imagen de la cirugía y de todas las personas que confían en ella para mejorar su calidad de vida. 

Tenemos que seguir trabajando en pos de que normalice este asunto mucho más. La sociedad española necesita un cambio y necesita que ese cambio llegue ya. Hay muchas personas que siguen padeciendo muchos de los perjuicios que imperan a día de hoy en este país. Y esa es una situación de lo más injusta. Y que nadie merece padecer. Solo el tiempo dimirirá si eso en posible en España o no. De eso dependerá si nuestra sociedad puede llegar a ser moderna o no sigue estancada en el siglo XIX.

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